7 de julio de 2008

Como un dolor de muelas...



De que me gusta esa canción de Sabina, no hay duda... pero quizás mas me gustan los orígenes... el ver como finalmente hasta el mas duro, siente, sufre y goza en algún momento por el amor de otro alguien....
Es bueno saber que uno no tiene el monopolio del dolor, ni que es el único que a veces... estaría dispuesto a perder una muela... o incluso mas de una.

...................................................


18 de octubre de 1996.

De: Subcomandante Insurgente Marcos. CCRI-CG del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Montañas del Sureste Mexicano, Chiapas.
México.


Don Sabina:


Yo sé que le parecerá extraño que le escriba, pero resulta que me duele una muela y, según acabo de leer, usted camina ahora por estas tierras que, mientras no acaben por venderlas también, siguen siendo mexicanas. Entonces pensé yo que, aprovechando que me duele la muela y que usted camina ahora bajo estos cielos, pudiera yo escribirle y saludarlo e invitarlo a echarse un "palomazo" con el Sup (a larga distancia, se entiende). ¿Qué dice usted? ¿Cómo? ¿Que qué tiene que ver el dolor de muelas con el "palomazo"? Bueno, tiene usted razón, debo explicarle entonces la muy extraña relación entre el dolor de muelas, el que usted camine por estas tierras, la larga distancia y una muchacha. No, no se sorprenda usted de que ahora haya aparecido una muchacha. Siempre aparece una, vos lo sabés Sabina.

Bien, resulta que cuando yo pasaba por esa etapa difícil en que uno descubre que ya no es más un niño y tampoco alcanza a ser un hombre (esa etapa, vos lo sabés Sabina, en que las féminas se transmutan de molestas a interesantes y hay que ver la de problemas que esto provoca), conocí a un viejo que, sin que se lo pidiera, decidió que tenía que darme un consejo sobre esos seres incomprensibles pero tan amables que eran, y son, las mujeres.


"Mira muchacho "me dijo", la vida de un hombre no es más que la búsqueda de una mujer. Fijate que digo `una mujer y no `cualquier mujer. Y por `una mujer, muchacho, me estoy refiriendo a una de `única. El problema está en que el hombre siempre queda con la duda de si la mujer que encontró, si es que encuentra alguna, es esa `una mujer que estaba buscando. Yo ya estoy viejo y he descubierto una fórmula infalible para saber si la mujer que uno encontró es la `una mujer que estaba uno buscando..." (...) El viejo carraspeó y me confió: "Si tu le dices a una mujer que te duele una muela y ella, en lugar de mandarte al dentista o darte un analgésico, te abraza y deja que recuestes la mejilla en sus pechos, entonces, muchacho, esa mujer es la `una mujer que andabas buscando...".

Yo me quedé perplejo, pero como quiera tomé nota de la fórmula. A mí nunca se me había ocurrido que debía pasarme la vida buscando una mujer (...). A mí se me ocurrían cosas más concretas y factibles, como ser bombero, conquistar el mundo o construir un avión que se controlara solo con el pensamiento. Respecto a las mujeres, yo me tenía en muy alta estima y estaba más propenso a que esa "una mujer" me encontrara a mí, que a buscarla yo.

(...) A mí ni se me ocurrió que la fórmula estuviera mal. Así que achaqué mis primeros fracasos a la falta de autenticidad en mi dolor de muelas. Con clips y palillos, después de una paciente labor de meses, logré picarme dos muelas con tanto éxito que tuve que acompañar la estrategia con una fuerte dosis de antibióticos. Repetí la fórmula, ahora con la confianza de saberme auténtico, y los resultados siguieron siendo magros.


Así hubiera seguido adelante, acabando con mis muelas, si no es porque, ya adolescente, encontré a otro viejo que, cruel, me dijo: "Tu problema está en la cara. Más bien en tu nariz. A los feos, las muchachas no les hacen caso, a menos que sean cantantes". "¿Cantantes?" Bueno, esta nueva fórmula les daría reposo a mis muelas (que por lo demás ya estaban definitivamente destrozadas)... Claro que el problema entonces era saber qué se necesitaba para ser cantante (...). Después, escuchando canciones, me di cuenta de que el problema era mayor, ya que una cosa era ser "cantante" y otra más difícil era ser "cantautor" o "canta-autor" (vos lo sabés Sabina). Entonces hice trampa, es decir, escribí algunos poemas (o como se llamara lo que escribía) y dejaba siempre pendiente la música.


(...)Resulta que (vos lo sabés, Sabina) hay ahora una muchacha que está demasiado lejos y entonces pensé que usted, Don Sabina, podría echarme una mano y una tonadita (mire que no es lo mismo pero pudiera ser igual). Y usted podría echarme una mano si me permitiera tutearlo y, cómplice como ha sido antes sin saberlo, fingiera usted que nos conocemos desde hace mucho tiempo y que, por tanto, es perfectamente natural que usted reciba una carta del Sup redactada en los siguientes términos: "Sabina (sí, ya sé que te desconcierta este inicial e irreverente tuteo, pero tú compórtate como si tal cosa): He trabajado arduamente en los últimos días en la letra que me encargaste para tu nueva canción (~­Vamos, quita ya esa cara de espanto! Ya sé que no me has encargado ninguna letra para ninguna canción, pero sígueme la corriente para despistar al enemigo) pero ha sido inútil. No me sale nada original.


Así las cosas, busqué en el cofre del pirata y solo encontré un viejo y mohoso poema, que no es tan viejo y tal vez ni a poema llegue, que te puede servir si le das un poco de aliño. Es ideal para ponerle música y escalar con velocidad el "hit parade" internacional (no me preguntes si para arriba o para abajo), pero tú ya sabes que a nosotros los artistas (sigue fingiendo demencia, no denotes la menor sorpresa) no nos importa la fama (bueno, no mucho).

En este caso particular, a mí solo me interesa una muchacha que está demasiado lejos para que pueda yo musitarle al oído este poema y arrancarle así, vos lo sabés Sabina, una sonrisa o una lágrima (...). El poema dice, más o menos, así: "Como si llegaran a buen puerto/ mis ansias,/ como si hubiera donde/ hacerse fuerte,/ como si hubiera por fin/ destino para mis pasos,/ como si encontrara/ mi verdad primera,/ como traerse al hoy/ cada mañana,/ como un suspiro/ profundo y quedo,/ como un dolor de muelas/ aliviado,/ como lo imposible/ por fin hecho,/ como si alguien/ de veras me quisiera,/ como si, al fin,/ un buen poema me saliera./ Llegar a ti." La tonadita puede ir más o menos así: tara-tarara-tararira-etcétera, vos lo sabés Sabina. El título de la canción podría ser "Canción para una muchacha que está demasiado lejos", o "Un dolor de muelas para ella", o "Un dolor de muelas, Sabina, la larga distancia, una muchacha y el Sup". En fin, ya se te ocurrirá algo. El crédito puede ser "Letra: el Sup. Música: Joaquín Sabina", o "Letra y música: Joaquín Sabina (a petición del Sup)" o como quieras.

Vale. Salud y ojalá ella entienda.


El Sup." Esa podría ser la carta que usted recibiera y aceptara, Don Sabina.

Y todo esto viene a cuento porque estaba yo solo, con mi dolor de muela y leyendo que usted camina por estas tierras. Entonces pensaba yo que usted, tal vez, estaría de buen humor y magnánimo y que podría contarle yo la historia de los dolores de muelas, mi frustrada carrera como cantautor y una muchacha que está demasiado lejos (...).

Vale. Salud y ya sabe usted, si le sobran por ahí un analgésico o una tonadita, no dude en mandármelos. Ambas cosas se agradecen en este asfixiado pecho que le escribe...

Desde las montañas del sureste mexicano.

Subcomandante Insurgente Marcos.





Como Un dolor de muelas..


Como si llegaran a buen puerto mis ansias,

como si hubiera donde hacerse fuerte,

como si hubiera por fin destino para mis pasos,

como si encontrara mi verdad primera,

como traerse al hoy cada mañana,

como un suspiro profundo y quedo,

como un dolor de muelas aliviado,

como lo imposible por fin hecho,

como si alguien de veras me quisiera,

como si al fin un buen poema me saliera...


una oración.

Como si la arena cantara en el desierto

los cantos de sirena del mar Muerto,

como si para crecer sobraran las escaleras,

como si escribiera un ciego un libro abierto.

Ven a poblar el zócalo de ojos,

siembra de migas de pan caliente

mis canas de alcanfor adolescente.

Ponle al sordo voz y alas al cojo,

bendice nuestro arroz, nuestro minuto,

como si no fuéramos cómplices del luto...

del corazón.



.................

6 comentarios:

GERMÁN DIEGO dijo...

Chale
Don Sabina
Sup

¿Es Fabula?

Neta que a la mitad de la misiva ya me había dado hueva seguir leyendo.
Eso si, es buen tema ysa que todos sabemos que marcos le truena la reversa y sabina pues digamos que trata de ser híbrido.

en fin aun así lo que quieres decir lo entendí, la búsqueda nunca es tal solo es un episodio mágico y tardado para amar y ser amado.

Att: Comandante digital Germán.
Desde el país de los cocos, por una liberación humana de las garras sumidas en tecnología táctil para quien busca sensibilidad humana.
Adiós.

Dying dijo...

Me dieron ganas de escuchar la famosa canción esta. Conozco poco el trabajo de Sabina, pero cosillas que he escuchado y me han atraido mucho y otras que ya por título me hace cuestionar el buen gusto del tipo, pero habrá que darle segundas oportunidades ;o)

Interdicto dijo...

Y que puedo decir despues de leer a Marcos.... que no sabia el texto completo y agradezco el detalle tuyo que no es para conmigo si no para quien lea. Y para quien lea tambien va la recomendacion de escuchar la cancion, canción insurgente, cancion de amor, que no es lo mismo pero es igual...

Anónimo dijo...

mm
....lo peor de buscar es el desgaste de buscar a alguien..porque encontrarlo no depende de tí. Y lo mejor de buscar: es lo que aprendes en ese viaje angustiante.
Mejor es no buscar.
Hay un drama ruso que habla del buscar...un precioso pájaro azul tan extraordinario y tan especial como no te lo podrías imaginar...
Salen por el mundo en busca del ideal y en el viaje...ocurren tantas cosas, penas, experiencias pero no encuentran la maravillosa ave...vuelven a su patria tristes por el no encuentro y cuando menos se lo esperan salen al patio de la casa y allí está....
Ese es la anécdota...(te cuento? años más tarde un escritor famoso brasilero en el tope de los best seller, utilizo la misma matáfora en uno de sus libros...)

Anónimo dijo...

matáfora significa metáfora...

:: CLauD!o :: dijo...

es tan cierta la metáfora, que me parece que se me ha aliviado el dolor de muelas, sólo porque me recosté en su regazo.

me gustó mucho, tenías razón, guapa.