2 de diciembre de 2004

la muerte, el dolor y la responsabilidad por evitarlo


Ayer, presencié como se entero una persona, de la muerte de su hermano en el accidente de en una construcción que se realizaba en Las Condes. El resultado fue de 6 muertos y más de 20 heridos, muchos de gravedad, los que aumentaron el numero de muertos a 8 en las ultimas horas...
Yo hace algunos años perdí a uno de mis hermanos, y por mas que pase el tiempo, no ha pasado un día de mi vida sin que deje de preguntarme que sería del hoy...
Su muerte temprana, por causas naturales, me dejo una gran cicatriz y la vez un gran regalo de vida ... ni la muerte de mi padre ni el de otros seres cercanos puede asemejarse al dolor de ver partir a alguien tan joven que por cierto, fue un compañero de navidades, juegos, peleas, y de esta misma carga genética que nos unió y nos unirá por siempre...
Como comprenderán, me resulta inevitable no dejar entre ver un poquito mi dolor, cuando veo a mi alrededor tanta muerte innecesaria... como lo ha sido en estos días, al recordar las atrocidades de la dictadura, y ayer con ese accidente tan evitable en la construcción...

Retomando el tema l...
Los trabajadores de la construcción, antes de ayer habían presenciado un accidente grave, en el que perdió la vida un compañero de labores.
Todos los que trabajamos en actividades de índole productivas y hemos presenciado algún tipo grave de accidente laboral, sabemos el efecto que esto produce en los demás trabajadores, especialmente en los que realizan la misma función.
No es menor el shock que provoca saber, que el accidentado y en este caso el muerto, fue alguien con quien uno comparte muchas horas y que por cierto hace lo mismo para ganarse la vida ergo “Pude haber ido yo”, de ahí, el obvio dolor, el miedo, la angustia, la sensación de desprotección y el rencor hacia el empleador logran cegar a los afectados, reduciendo completamente sus capacidades de reacción.
No puedo dejar de concluir, que tal vez si la empresa hubiera evaluado la poca productividad que se alcanza en estado de shock y los riegos que trabajar en esas concisiones conlleva, habrían dado el día de ayer libre, como tanto lo pedían los obreros... y hoy no tendríamos tamaña tragedia para lamentar.
Seguramente, los obreros conocían mejor que nadie, la estructura a la cual se subieron y sabían de su fragilidad, pero mientras rendían un homenaje a su compañero fallecido, con todo el dolor colectivo que eso acarrea, era muy difícil que pudieran evaluar el peligro...

Hoy si espero algo con mi post, espero que lo lea alguien que pueda influir en paralizar alguna faena, pos un accidente grave...

No hay comentarios.: