17 de mayo de 2009

No te salves

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma

no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios

no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana

y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo

Benedetti, ya no está y el mundo se pone de duelo, especialmente el Sur... este sur que también existe, como escribiera... Este sur que lo exilió y también le inspiró, un sin numero de obras maravillosas.

De seguro Benedetti, es el cumplable de que muchos en nuestra adolescencia hayamos abrazado la lectura o al menos de que nos hayamos acercado más a ella.

Hoy este otoño le tiende una alfombra de hojas en su despedida... este otoño que llora que con él, se va un poco la poesía, la que afortunadamente nos dejo por mil, para seguir recordándola...

Adiós Benedetti, y hasta siempre en nuestras memorias y corazones.

1 comentario:

Víctor Hugo dijo...

es una gran perdida... pero su poesía es inmortal

un abrazo
VH